Nuestra Historia

La de Dehesa Maladúa es una historia de pasión, tradición y profundo respeto por la naturaleza. Descubra la aventura que está detrás de nuestros galardonados productos y los ideales que nos impulsan a mantener viva esta antigua tradición.

Regresando a nuestras raíces

Reviviendo la tradición

Nuestra historia comenzó en 1989, cuando Eduardo Donato, movido por la pasión por la naturaleza y el respeto de la tradición, compró dehesas en pleno Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche.

Dejando atrás su vida profesional en Cataluña, Eduardo se embarcó en la misión de rescatar un modo de vida olvidado, cultivando cerdos ibéricos alimentados con bellota de forma ecológica y en armonía con su entorno.

Superando importantes desafíos, restauró una granja, convirtiéndola en un santuario para la ganadería tradicional y el respeto a la biodiversidad.

Dehesa Maladúa es hoy el testimonio de la visión de Eduardo, que produce algunos de los jamones ibéricos más preciados del mundo, reconocidos por su calidad excepcional y su autenticidad.

El corazón de nuestro legado

Los cerdos Manchado de Jabugo

El elemento central del legado de Dehesa Maladúa son la rara y valiosísima variedad de cerdo ibérico Manchado de Jabugo.

Rescatados del peligro de la extinción por Eduardo Donato, estos cerdos encarnan la esencia más pura de la tradición ibérica.

Criados en las extensas y vírgenes dehesas de nuestra finca, los cerdos campan en libertad, alimentándose de una dieta rica en bellotas y frutos silvestres, Esta dieta diversa, natural y rica en nutrientes esenciales, se complementa con el agua cristalina de montaña que beben, asegurando su salud y bienestar.

Los cerdos crecen lentamente, acumulando hasta tres montaneras (temporadas de otoño e invierno), lo que les permite desarrollar el rico veteado y los sabores profundos que definen nuestros jamones. Este proceso natural, basado en tradiciones ancestrales, da como resultado un producto de calidad único debido a su complejo sabor y textura.

Un santuario natural

La dehesa

Ubicada dentro de una Reserva de la Biosfera de la UNESCO, Dehesa Maladúa constituye un paraje único en el que la tradición es preservada.

Con sus encinas y alcornoques centenarios y su variado ecosistema, este bosque mediterráneo es el entorno ideal para que nuestros cerdos vivan en armonía con la Naturaleza.

La dehesa es paradigma de sostenibilidad, ya que combina prácticas agrícolas ancestrales con la preservación de la biodiversidad.

Nuestra finca funciona de forma ecológica, sin productos químicos ni insumos artificiales, asegurando que tanto el medio ambiente como nuestros animales son criados con el máximo cuidado.

Es esta armonía entre tierra, animales y tradición lo que hace que Dehesa Maladúa sea realmente única.

El arte del secado

Del campo al paladar

El viaje del campo al paladar es un proceso minucioso que honra tradiciones centenarias al tiempo que ofrece cualidades gastronómicas excepcionales.

La curación de nuestros jamones es un auténtico arte, marcado por el estilo de vida únicos de nuestros cerdos, que pastan libremente en la exuberante dehesa y se alimentan de una rica dieta de bellotas, frutos silvestres y hierbas autóctonas, que infunden a su carne un perfil de sabor distintivo.

Después de tres montaneras y una vez que los cerdos han alcanzado la madurez ideal, se inicia el proceso de curación en los tradicionales secaderos de Cumbres Mayores.

Aquí, en un entorno donde el tiempo parece haberse detenido, los jamones experimentan un proceso de secado natural que puede durar hasta seis años.

La Cúspide del Jamón Ibérico

Joya Gastronómica

Aquí, en un entorno donde el tiempo parece haberse detenido, los jamones experimentan un proceso de secado natural que puede durar hasta seis años.

Las condiciones únicas del secadero, incluida la presencia de un río subterráneo que mantiene el nivel perfecto de humedad, aseguran que cada jamón alcance su punto exacto de perfección.

El prolongado tiempo de curación permite que el jamón desarrolle un complejo “bouquet”, donde los matices de las bellotas se combinan con la terrosidad de la dehesa.

El resultado es una obra maestra gastronómica que captura la esencia de nuestra tierra y la dedicación de nuestro oficio, brindando una experiencia de sabor única, arraigada en la tradición.

Esta calidad excepcional le ha valido a nuestro jamón prestigio internacional, ganando prestigiosos premios y recibiendo reconocimiento en todo el mundo.

Liderazgo visionario

El compromiso de Eduardo Donato con la tradición

Detrás de Dehea Maladúa está la visión de Eduardo Donato, cuya inquebrantable dedicación a la autenticidad y la calidad sustentan la filosofía de la empresa.

Eduardo aceptó el desafío de recuperar una forma de vida casi abandonada.

Su compromiso con la agricultura ecológica y la conservación del cerdo Manchado de Jabugo han marcado un nuevo estándar en el sector del cerdo ibérico.

Eduardo considera que la verdadera excelencia proviene de respetar los ritmos de la Naturaleza y respetar de manera íntegra de los métodos tradicionales.

Su intención no es sólo la de producir los mejores jamones ibéricos, sino salvaguardar un patrimonio cultural, asegurando que las generaciones futuras puedan experimentar la calidad incomparable y la rica historia de un arte único.